López Beriso, Marta2025-12-16202520252025-11-112025978849044741310.18239/coe_2025_190.15https://une-dspace.glaux.es/handle/123456789/51390Alejandrina Alba Muñoz fue una mujer de origen humilde que aprendió fotografía en el gabinete madrileño de su primer marido. Se quedó con el estudio aún en vida de éste y pasó a ser la titular en 1876, después de enviudar. A raíz de su segundo matrimonio, Alba deja de aparecer como profesional opacada por su nuevo marido, aunque sigue al frente del estudio otros 20 años. Murió prácticamente en la indigencia después de enviudar por segunda vez, ocho años después de traspasar el estudio. La vida de Alba nos lleva a dos cuestiones fundamentales. La primera es desbrozar el rol de las mujeres en el campo de la fotografía, desde sus inicios. La segunda es una cuestión intrínseca a la naturaleza de la fotografía: la autoría. Al ser un procedimiento mecánico, la “mano del autor”, si bien puede identificarse por el uso de determinados objetos y telones, no se reconoce. Por este motivo, cuando hablamos de las fotografías realizadas por Alba, aparte de las que llevan su nombre, debemos considerar que es autora indudable —pero velada— de muchas de las que aparecen bajo los nombres de los distintos hombres con los que compartió el estudio de la Puerta del Sol nº 4 en Madrid. Desde ese prisma, su experiencia profesional es de al menos 40 años, con imágenes realizadas entre 1860 y 1900. Además, y no es un asunto menor, durante esos cinco años entre maridos, Alejandrina Alba, en un acto de cierta rebeldía, se declaró oficialmente fotógrafa porque sabía que lo era y así lo sentía.Libro digitalpp. 329-349Creative Commons Attribution 4.0 International (CC BY 4.0)Creative Commons Attribution 4.0 International (CC BY 4.0)http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/CIENCIAS SOCIALES Y JURÍDICAS::CIENCIAS SOCIALES::Comunicación Audiovisual y PublicidadAlejandrina Alba (1837-ca.1915): una mujer velada que se rebela fotógrafaopenAccess